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12 Radio commentary [2.43]
"...estrenada en el Teatro Lírico el 19 de marzo de 1859.
La inmortal concepción de Goethe ha tenido, como la de Tirso de Molina, el privilegio de
agrupar en torno suyo un sinnúmero de imitaciones o de emanaciones más o menos directas.
Así como Don Juan personifica la nada de la vida sensual, Fausto encarna en sí el
escarnio de la ciencia, la nada de la vida intelectual. Empero, el interés que inspiran
las víctimas del doctor Fausto se acrecienta con la potencia que le fue dada por el mal.
Margarita, Valentín, Siebel, son otras tantas figuras poéticas y simpáticas. No es
extraño, pues, que antes de Goethe [Gounod] se hubiesen valido de este tema tantos
artistas y tantos literatos. El gusto y la medida eran cualidades indispensables en el
libretista para reducir un poema tan frondoso a las proporciones de la escena lírica.
Jules Barbier y Michel Carré desempeñaron su tarea de un modo que les asegura amplia
participación en el éxito del Fausto francés. Gracias a
sus cuidados ha quedado suprimida la parte metafísica pero, en desquite, han conservado,
escrupulosamente, los incidentes dramáticos y los personajes que concurren a producirlos.
Allanadas así en gran parte las dificultades de su tarea, aprovechóse el compositor de
estas ventajas y el mérito principal de su partitura consiste en ser muy apropiada a las
diversas situaciones de la pieza. Cada número ofrece una frase ordinariamente corta pero
dotada de una verdad de expresión fuerte o ingeniosa.
Desde el punto de vista del arte propiamente dicho, sería de
desear que estas frases se desarrollasen, en vez de repetirse, a menudo, hasta la
saciedad, como por ejemplo, en la canción de Siebel que repite quince veces
Faites-lui mes aveux. En óperas más recientes, el compositor ha sabido
escribir melodías menos cortadas. La amplitud aumenta en sus producciones posteriores.
Mencionaremos los fragmentos más notables de su Fausto:
el coro de los viejos en la kermesse Aux jours de dimanche et de fête el
extraño brindis del Veau dor, el vals, la cavatina de Fausto
Salut, demeure chaste et pure, frase deliciosa acompañada por un violín
solo, pero cuyos desarrollos carecen de interés; la balada Il était un roi de
Thulé que... en que el autor ha introducido un empréstito característico hecho a
la tonalidad gregoriana..." |
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"...was heard for the first time in the Teatro Lirico on
March 19, 1859. The immortal conception of Goethe has had, like that
of Tirso de Molina, a multiplicity of imitations grouped around it, more or less
descending directly from the original version. Just as Don Juan personifies the summit of
sensual life, Faust incarnates science in his mockery, the summit of intellectual life.
Nevertheless, the interest that inspires the victims of Doctor Faust thrives on the power
of evil given to him. Marguerite, Valentin and Siebel are poetic and sympathetic
characters in the opera. It is not strange, therefore, that many artists and literary
figures used this theme before Gounod. Good taste and moderation were the indispensable
qualities writers had to posses in order to reduce this luxuriant tale to proper
dimensions for the operatic stage. Jules Barbier and Michel Carré made their work in a
manner that assured them a wide success in the French Faust. Thanks to their care,
the more metaphysical aspects were eliminated; nevertheless, they were able to
scrupulously preserve the necessary dramatic incidents and characters. Once the
difficulties of his task were ironed out, the composer gave his approval to the work. The
chief merit of the score lies in its good adaptation to the various dramatic situations of
the work. Each number offers the normal short scene, but ingeniously and strongly filled
with an expression of truth.
From an artistic point of view, it would have been desirable if
the text had been developed instead of repeating, often to the point of saturation, as in,
for example, the song of Siebel, where Faites-lui mes aveux is repeated
fifteen times. In later operas, the composer wrote melodies that were less abbreviated.
Their fullness grew in later productions.
We will mention the most notable fragments from his Faust:
the chorus of old men in the Kermesse Aux jours de dimanche et de fête, the
strangers toast Veau dor, the waltz, Fausts cavatina
Salut, demeure chaste et pure, a delicious phrase accompanied by solo violin,
but whose developments lacks interest, and the ballad Il était un roi de
Thulé, in which the composer introduced a tonality borrowed from the
Gregorian..." |
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